La Corte Superior de Justicia de Ucayali ha emitido una sentencia histórica tras una década de búsqueda de justicia. Cuatro líderes de la comunidad Ashénika, defensores del medio ambiente en la Amazonía peruana, fueron asesinados brutalmente.
Fotografía: Diario Jornada
Los empresarios responsables de este crimen, Hugo Soria, José Estrada, Euricio Mapes, Segundo y Josimar Atachi, han sido condenados a 28 años y tres meses de prisión. Este fallo representa un avance significativo en la protección de los derechos indígenas y ambientales en la región.
El trágico suceso ocurrió el 31 de agosto de 2014 cuando los líderes ashéninkas viajaban hacia una asamblea en la comunidad indígena de Apiwtza, en Brasil. Sus cuerpos fueron encontrados cerca de la frontera entre Perú y Brasil, evidenciando el peligro que enfrentan los defensores de la Amazonía al denunciar actividades ilegales como la tala y el tráfico de madera en sus territorios.
A pesar de años de denuncias y esfuerzos ante las autoridades fiscales y ambientales, las advertencias de los líderes ashéninkas nunca fueron atendidas. Esta falta de acción provocó indignación a nivel nacional e internacional, resaltando la urgente necesidad de proteger a los pueblos indígenas y a quienes defienden la Amazonía.
El fallo de la Corte Superior de Justicia de Ucayali marca un hito al ser el primer caso relacionado con el asesinato de líderes indígenas en defensa de su territorio. Sin embargo, esta sentencia aún puede ser apelada por los condenados, lo que subraya la importancia de continuar vigilantes en este proceso judicial para garantizar justicia plena.
Además de la condena a prisión, se ha establecido un pago por reparación civil de 200 000 soles en favor de los familiares de las víctimas, una medida que busca aliviar en parte el dolor y el sufrimiento causado por este terrible acto.
Este caso nos recuerda la importancia de defender a quienes arriesgan sus vidas por proteger la Amazonía y sus comunidades. Es crucial mantener la presión y la atención sobre este tipo de delitos para que no queden impunes.
Desde el programa de Defensa de Defensores y Defensoras Indígenas de la Cuenca Amazónica, hacemos un llamado a las organizaciones civiles que velan por los derechos humanos para que se sumen a esta causa. Instamos al gobierno a cumplir con sus obligaciones hacia el pueblo y a impartir justicia de manera efectiva. También animamos a nuestros compañeros y compañeras que defienden los territorios a perseverar en su lucha y resistencia. Somos los guardianes fundamentales de la vida, la cultura y la biodiversidad.