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22 de abril, el Grito de la Selva por la Madre Tierra

Comunicaciones COICA

“La Amazonía es nuestro territorio. Nuestras comunidades indígenas, campesinas, quilombolas, ribereñas y tradicionales deben tener sus tierras garantizadas, respetadas, protegidas contra los mega proyectos depredadores, destructores de la naturaleza y de la vida humana”. Carta de Macapá, 2018

La Tierra es nuestra madre, la llamamos así porque venimos de ella, porque nos provee los alimentos, porque sin ella es inconcebible nuestra existencia como seres humanos; sin embargo, nuestra madre es un ecosistema frágil y de recursos limitados, que actualmente está en peligro permanente por su uso descontrolado e irresponsable. Para los pueblos indígenas la “Pacha Mama” es la Madre Tierra, el Tiempo, el Lugar.

La hermana Claudette Labonté, Coordinadora de la Mujer de COICA envía desde lo profundo de la selva amazónica de la Guyana Francesa, un mensaje de aliento para mantenernos firmes y vigilantes del cuidado de nuestra gran casa.

Celebramos nuevamente el Día de la Tierra. Una Tierra que nos acoge, nos aloja y nos cuida; es importante tener esta conciencia de que somos un todo profundo y que los humanos somos los garantes del futuro de este planeta. Le debemos el respeto como madre, porque ese es su papel”.

El Día Internacional de la Madre Tierra se conmemora desde 1970, pero fue aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas en 2009; sin embargo, milenariamente los pueblos lo celebramos. Se realizan ceremonias, cánticos y danzas, en agradecimiento por la bondad de la Madre Tierra al alimentarnos y brindarnos todo lo que necesitamos para nuestra subsistencia. Pero, aunque los pueblos indígenas y comunidades locales somos los defensores de los bosques, enfrentamos cada día persecución, exilio y muerte, ocasionados por actividades extractivas en nuestros territorios.

“La Tierra está en proceso de colapso ambiental, si no detenemos el extractivismo, la deforestación y el consumo irresponsable no hay futuro.”

José Gregorio Díaz Mirabal

Históricamente se han generado varias normas y tratados internacionales para proteger a la Tierra, sin embargo, los gobiernos no han realizado los esfuerzos suficientes para mitigar el avance de las afectaciones a la naturaleza; deforestación, incendios, derrames petroleros, minería indiscriminada, asesinatos a defensores y defensoras de la madre naturaleza; se incrementan cada vez más, provocando la evidente crisis climática que estamos viviendo.

Escuchemos las palabras de Gloria Perez, mujer sabia del pueblo Curripaco de la selva venezolana, quien invita “…a los pueblos del mundo a mantenernos unidos y luchar juntos por el bienestar de la Madre Tierra».

Nuestro llamado como pueblos indígenas de la cuenca amazónica es que todos nos unamos para actuar: organismos internacionales, gobiernos, organizaciones nacionales y locales, y cada uno de nosotros. La sostenibilidad del planeta depende de nuestras acciones individuales y colectivas, de nuestra forma de consumir y de nuestra conciencia de lucha por la defensa del territorio, de la naturaleza, de la Madre Tierra.

Activémonos, actuemos por nuestra vida y la de las futuras generaciones.