El canto de una guerrera shuar se ha apagado, pero su legado de lucha y resistencia continúa.
Kuania María Taant Pirish, guerrera protectora de la selva y lideresa shuar, de la comunidad Shinkiatam – Taisha, Morona Santiago, fue madre de 4 hijos y sus labores diarias transcurrían entre la chakra, su casa y la dirigencia, combinando sus actividades de liderazgo entre la comunidad y la ciudad.
A través de sus cantos sagrados conectados con la energía vital de la naturaleza, con su voz fuerte y activa como el viento, conservaba y transmitía los conocimientos y saberes de su pueblo. María usaba el poder de sus cantos como herramienta de lucha, exigiendo respeto por la naturaleza y protección para las mujeres indígenas defensoras, consolidando su mensaje en defensa del territorio y los derechos de los pueblos indígenas.
En el 2018, formó parte de la entrega del Mandato de la Mujer Amazónica al presidente Lenin Moreno. En ese documento, ellas exigían al gobierno que cancelara las nuevas concesiones petroleras y mineras en sus territorios indígenas, ya que ponían en riesgo a sus comunidades. Al entregar el mandato, Taant dijo: “Yo manifiesto que el gobierno nos haga caso a las mujeres amazónicas. Nosotras nacimos en la selva, somos dueñas de la tierra, somos dueñas de la selva y nuestra naturaleza, y no queremos petroleras, mineras, ni madereras”.
Patricia Gualinga, lideresa del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku, la recuerda así: “María era un referente de mujer que luchaba por la defensa de su territorio. Sé que los mejores productos orgánicos como el maní, venían de su huerto. Era conocedora las cascadas, tenía mucha fuerza”.
María Taant lamentablemente perdió su vida el pasado viernes 26 de marzo, en la vía Puyo – Macas, donde fue atropellada mientras esperaba un bus de regreso a su casa, a su retorno del evento: “Mujeres amazónicas resilientes y empoderadas” que se celebró en la comunidad ancestral de Puerto Santana (Pastaza), como un homenaje organizado por la Defensoría del Pueblo, en reconocimiento a 47 mujeres amazónicas. El causante de su muerte se dio la fuga y hasta ahora las autoridades no lo han podido encontrar, ni se han pronunciado.
Desde COICA, demandamos que el Estado y el sistema de justicia actúe eficientemente, y este caso no se sume a la larga lista de víctimas y asesinatos de defensoras y defensores indígenas, cuyas muertes han sido silenciadas sin ninguna respuesta y acción por parte de los organismos competentes.
El canto de una guerrera shuar se ha apagado, pero su legado de lucha y resistencia continúa con su familia, comunidad y todo su pueblo.