Han pasado ocho días y no se esclarecen los hechos de la muerte de los tres hermanos y una hermana Yanomami en la comunidad de Parima B en el Estado de Amazonas.
El pasado 20 de marzo del 2022, cuatro Yanomamis fueron asesinados a manos de militares del gobierno venezolano a causa de un conflicto interno ocasionado por una instalación de internet que había conseguido mediante donación la comunidad Yanomami al sur de Venezuela, la misma que fue instalada en la base militar, acuerdo que se rompió al cambio de personal, ocasionando una tragedia en la comunidad de Parima B.
Este hecho dejó también a cinco heridos, entre los cuales se encuentra un jóven Yanomami de 16 años, quien está recluido en la sala de Trauma – Shock del Hospital Dr. José Gregorio Hernández, de la ciudad de Puerto Ayacucho. Este suceso es consecuencia de la histórica vulneración de derechos hacia los pueblos indígenas Yanomami, quienes han sufrido de invasiones constantes que han puesto en peligro su pervivencia.
Por eso ante la violación del derecho a la vida de nuestros hermanos y hermanas Yanomami, desde la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) nos sumamos a las demandas planteadas por la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del estado Amazonas (ORPIA), que exigen al Estado venezolano se garantice el derecho al debido proceso y que se genere una sanción a los acusados enmarcada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el Convenio 169 de la OIT, en donde se reconoce ampliamente los derechos de los pueblos indígenas y tribales.
Además, los pueblos indígenas de la Amazonía venezolana exigen reparación integral a las víctimas por los daños y perjucios ocasionados y se respete los acuerdos ganados históricamente en donde se protege la integridad de los pueblos originarios y los territorios.
Los pueblos indígenas de la cuenca amazónica, nos mantenemos unidos y alertas ante los atropellos de las fuerzas militares de Parimo B, y demandamos que se generen espacios de diálogo a través de una coordinación directa con ORPIA, como organización indígena representativa a nivel nacional.
¡No pararemos hasta que se haga justicia!
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