Discusiones por el Acuerdo de Escazú en Cumbre Social por el Clima, en el marco del Día de los Derechos Humano
Madrid, 10 de diciembre de 2019.- La situación de los defensores por el clima, ambiente, tierra y territorio, así como la importancia de implementar el Acuerdo de Escazú como instrumento que garantice su protección fueron el centro de las discusiones en evento paralelo a la COP25 en la Cumbre Social por el Clima. El Acuerdo de Escazú es el primer instrumento regional vinculante para la protección de los y las defensoras ambientales en América Latina y el Caribe. Su aplicación contribuye con la gobernanza ambiental y el cumplimiento de objetivos climáticos.
En el marco del Día de los Derechos Humanos, se realizó el evento “Defensores del clima y Acuerdo de Escazú: Empoderando a las personas y promoviendo la acción climática”, evidenció los casos de vulneración de los defensores ambientales de la cuenca amazónica. “Las nacionalidades y pueblos indígenas sufren muerte, discriminación y persecución a nuestros líderes y liderezas”, indicó Sandra Tukup, representante de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)
Los defensores y defensoras indígenas luchan por los derechos de la tierra y el territorio. El derecho territorial y a un medio ambiente sano no pueden separarse. Así las y los defensores indígenas son pues defensores y defensoras de tierra, territorio y ambiente. Sandra Tukup afirmó que el Programa de Defensa de Defensores y Defensoras de la COICA se suma al pedido regional para la firma y ratificación del Acuerdo de Escazú. “Ecuador ha firmado, pero no es suficiente, tienen que ratificarlo” agregó.
Asimismo, hizo un llamado a los gobiernos para que se sensibilicen y se hagan responsables por la protección de los y las defensoras de la tierra, territorio y ambiente. De igual modo que las nacionalidades sean involucradas en el proceso, pues desde el programa de Defensores de la COICA se cuenta con una hoja de ruta y condiciones mínimas para ello.
Aída Gamboa de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) agregó que el trabajo del Programa de Defensores, con el apoyo técnico de DAR, es parte de una estrategia amplia de la COICA por reconocer al pueblo indígena como un defensor del medio ambiente, tierra y territorio, que cuenta con diversos instrumentos para hacer efectivos sus derechos colectivos. Uno de ellos el Acuerdo de Escazú.
Sobre el proceso de ratificación en Perú, Aída Gamboa detalló que existen iniciativas desde el gobierno a fortalecer que contribuyen con la implementación de Escazú (Protocolo de Defensores, Observatorio de Justicia Ambiental del Poder Judicial, entre otros) por lo que se espera que tras las nuevas elecciones congresales de enero 2020, se retome la discusión para su pronta ratificación. “Más del 60% de conflictos en el país son de carácter socioambiental, donde se demanda participación y acceso a información, el Acuerdo de Escazú, es clave para prevenir esta situación”.
El panel contó con la participación de Lyndal Rowlands (CIVICUS), presentó un resumen general de la situación de los defensores del clima. A su turno, Gabriela Burdiles de FIMA (Chile) se refirió sobre la situación de Chile e importancia de Escazú para el país. Señaló que entre las muchas demandas de la ciudadanía chilena, la firma del Acuerdo es una de ellas.
Margarita Florez de la Asociación Ambiente y Sociedad de Colombia mencionó que el Acuerdo de Escazú es una lucha de más 25 años con la Cumbre de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y su Principio 10. Refirió que el Acuerdo de Escazú apunta a ello a una decisión informada con participación real de todos y todas, donde se reduzca las desigualdades, principal demanda de las manifestaciones como las que se viven en Colombia y Chile.
El evento fue organizado por CIVICUS – Alianza Mundial para la Participación Ciudadana, FIMA (Chile), DAR (Perú), la Asociación Ambiente y Sociedad (Colombia), COICA y NAMATI, en la Universidad Complutense de Madrid.