Boon, Alemania. – Desde el 6 al 16 de junio del 2022, se está llevando a cabo la Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn, un espacio político en donde jefes de Estado, organismos internacionales y representantes de la sociedad civil se reúnen para preparar una agenda global para la próxima COP27 que se realizará en noviembre de este año en Egipto, para tratar sobre la crisis climática, de los temas más relevantes y preocupantes a nivel global.
Este espacio es de suma importancia para elevar la demandas y propuestas de los pueblos indígenas, porque es en Bonn, donde se realizan las negociaciones para priorizar las acciones para combatir la crisis climática global y en donde se evaluarán los avances en cuanto al “Acuerdo de París”, promulgado en el 2016 y el reciente “Pacto de Glasgow por el clima” del 2021, en donde más de 190 países establecieron acuerdos para la mitigación y adaptación de la crisis ambiental.
Sin embargo, los acuerdos establecidos no han sido suficientes considerando la actual emergencia climática. Se evidencia una falta de voluntad política para reconocer que las catástrofes climáticas están aumentando en frecuencia y gravedad, acelerando la intensidad de los incendios forestales, las inundaciones, el deshielo, los fenómenos de calor extremo, las sequías y el aumento del nivel del mar. Situaciones que afectan mayoritariamente en nuestros territorios, alterando nuestras formas de vida y amenazando con nuestra subsistencia como pueblos indígenas.
En este marco y en un contexto geopolítico difícil, en el cual es evidente la falta de cumplimiento de los compromisos asumidos, una delegación de COICA, liderada por Harol Rincón Ipuchima, Coordinador de Cambio Climático y Biodiversidad se encuentra participando en este importante evento internacional, a través de una intensa agenda para impulsar las propuestas planteadas de los pueblos indígenas de la Amazonía que permita abordar de manera efectiva la actual crisis climática:
- Implementar de la iniciativa global “Amazonía por la vida: protejamos el 80% al 2025”, como medida urgente para enfrentar la actual crisis climática; basada en los principios establecidos en la moción 129 aprobada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN.
- Gestionar y coordinar mecanismos de financiamiento directo a los pueblos indígenas a través de la iniciativa Amazonía 80×25 , como acción concreta para garantizar que los fondos lleguen directamente a quienes habitamos y defendemos los territorios, como actores clave con la capacidad de ofrecer soluciones viables y concretas para la protección de la naturaleza y la mitigación del cambio climático.
- Promulgar políticas internacionales para la defensa de los defensores y defensoras de los derechos humanos y ambientales, entre ellos los defensores y defensoras indígenas, quienes son los principales guardianes y restauradores de los ecosistemas.
- Reconocer las contribuciones determinadas a nivel nacional de los pueblos indígenas – NDC indígenas- como estrategia para reducir las emisiones y adaptación al cambio climático; considerando que la reserva de carbono de los bosques de los territorios indígenas y su contribución en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, no son producto de la aplicación de políticas públicas ambientales de los Estados, sino de la gestión territorial colectiva, basada en los principios y sabiduría ancestral de los pueblos indígenas.
Son años de debates y compromisos, décadas sin acciones reales que nos están llevando a un peligroso punto no de retorno. No nos queda más tiempo, y pareciera que no lo entendemos. Por ello, como pueblos indígenas seguiremos alzando nuestra voz para evidenciar la emergencia en la que nos encontramos y luchando para que las acciones impulsadas desde el territorio sean reconocidas por los tomadores de decisiones, que nos permita garantizar la vida en el planeta.