El día de ayer, viernes 22 de abril del 2022, en el Circuito Judicial del Estado indígena de Amazonas-Venezuela, se realizó el juicio del caso de las hermanas Jivi, dónde el tribunal sentenció a Roger Bracho a 13 años de cárcel por el delito de violencia sexual agravado contra dos mujeres indígenas del pueblo Jivi.
Vladimir Aguilar, abogado y representante del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas, GTAI, dijo que la sentencia a favor de las hermanas del pueblo indígena Jivi, “Es un paso importante en la lucha de los pueblos indígenas, de las organizaciones indígenas en exigir justicia y con ésta decisión se da un avance en el respeto de los derechos indígenas y de las mujeres indígenas a pesar de que la causa haya sufrido tropiezos, siendo finalmente hoy la sentencia favorable para los pueblos indígenas”.
Luego de dos años de haber hecho la denuncia las jóvenes Adina y Celis, hoy dan por terminado el largo proceso judicial que emprendieron contra el militar, Teniente Roger Bracho, quien abusó de las jóvenes cuando prestaban servicio militar en la armada nacional bolivariana, en la ciudad de Puerto Ayacucho, Amazonas.
Adina Díaz, una de las víctimas, manifestó que con la decisión dictada por el tribunal cierra ese mal capítulo de su vida, y agradeció a quienes la han acompañado en estos dos largos años dónde tuvieron muchos obstáculos, con el fin de agotarlas para que desistieran de la denuncia, sin embargo, no descansaron hasta lograr que se hiciera justicia.
Ellas iniciaron su recorrido judicial en las primeras semanas, solo con el apoyo de sus padres y familiares cercanos, sin embargo, posteriormente recibieron el asesoramiento del Instituto Nacional de la Mujer – Inamujer y el Centro de Atención y Formación Integral de las Mujeres – CAFIM, entes adscritos al Ministerio de la Mujer, y de manera conjunta con la Organización Regional de Pueblos Indígenas De Amazonas – ORPIA se emprendió la lucha ante la evidente vulneración de derechos de las hermanas indígenas.
Por su parte, padre de Alina, Eleodoro Díaz expresó que “La espera de dos años valió la pena, ya que ahora este militar fue sentenciado a 13 años, agradezco a ORPIA y al ministerio de la mujer por su apoyo y no dejarnos solos”.
Finalmente, Eligio Dacosta, Coordinador General de ORPIA, recalcó que “han estado acompañando la lucha de las mujeres indígenas Jivi, en su clamor de justicia, ante la vulneración de sus derechos, como organización indígena debemos velar por el respeto de los derechos de los pueblos y garantizar que se haga justicia ante cualquier hecho que lo amerite, en unidad con todos los pueblos indígenas y sus organizaciones de base”.
Desde la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, celebramos, que, a pesar de las demoras en los procesos, al final se haya hecho justicia, e instamos a los organismos competentes a tomar acciones para evitar que más casos de violencia sexual sigan perpetuándose, los cuales se suman a una larga lista de vulneraciones derechos en los territorios indígenas amazónicos, donde las más afectadas son nuestras hermanas indígenas.