Las Tierras Indígenas Yanomami (TIY) es una de las áreas más extensas (9 millones de hectáreas) donde habitan los pueblos indígenas Yanomami, los Ye’kwana y ocho pueblos indígenas en aislamiento voluntario, sin embargo, es uno de los territorios históricamente más afectados por los “garimperos” (mafias de minería ilegal); donde no han existido acciones por más de 30 años por parte de los gobiernos de turno de Brasil, incluido el gobierno de Bolsonaro que por el contrario ha promovido una agenda anti- indígena, poniendo en mayor peligro la pervivencia de estos pueblos indígenas.
La violencia en este territorio es sistemática, tanto así que ahora la comunidad Araçaca ubicada en la región de Waikas en el estado de Roraima conformada por 30 Yanomamis ha desaparecido a causa de un incendio provocado por garimperos, que el pasado lunes 25 de abril habían sido denunciados de violencia sexual y asesinato de una niña de 12 años y el asesinato de un bebé, por parte del presidente del Consejo Distrital Indígena Yanomami, Junior Yanomami; este trágico hecho ha sido llevado hasta el Ministerio Público Federal por la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB), para exigir una investigación exhaustiva.
Los garimperos solo han llevado enfermedades, muerte y destrucción al territorio de los Yanomamis. En el 2020 según el Centro de Documentación de Don Tomás Balduino -CPT, se registraron 9 muertes causadas por la minería ilegal, esta cifra aumentó exorbitantemente en el 2021, año en el que se registraron 101 muertes de indígenas Yanomamis, todas causadas por los “buscadores de oro clandestinos”.
¡Existe un genocidio sistemático del pueblo Yanomami en Brasil y los gobiernos de la cuenca amazónica han callado!
Desde la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica -COICA, nos unimos al llamado de nuestra base COIAB, para que el Estado brasileño liderado por Bolsonaro genere acciones que garanticen la vida y la seguridad para el pueblo Yanomami y exigimos a las autoridades competentes investigen el caso a profundidad hasta llegar a los responsables de los asesinatos de la niña y el bebé indígena Yanomami.
¡Basta de tanta violencia hacia los Yanomamis, basta de tanto silencio!