La cumbre climática se trasladó a la Amazonía. Mientras los debates técnicos sobre los mercados de carbono y el Artículo 6.4 del Acuerdo de París dividían posturas, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) convirtió la jornada en un llamado global a reconocer que la justicia climática empieza por los territorios indígenas.
COICA participó en espacios de alto impacto que reunieron a gobiernos, agencias internacionales y redes de la sociedad civil. Desde las primeras horas del día, los liderazgos amazónicos tomaron la palabra en los eventos organizados por Asociación Interétnica de Desarrollo
de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORAU), donde se discutió el papel de los autogobiernos indígenas como modelo de gobernanza ante la crisis climática.
En el foro sobre Gobernanza Territorial Indígena, líderes indígenas amazónicos como Tabea Casique, Jorge Pérez y Alfredo Vargas presentaron experiencias de gestión comunitaria que protegen más de 25 millones de hectáreas de bosques amazónicos en Perú, Ecuador y Colombia, territorios que actualmente absorben cerca del 5% del carbono total del bioma amazónico.
Nuestra gobernanza no es teórica, es práctica. Defendemos el bosque porque en él está nuestra vida, no una compensación de carbono
Por la tarde, COICA participó en el panel internacional “Justicia Climática y Autonomía Indígena: Integrando la Defensa Territorial y las Estrategias de Resiliencia”, organizado por: Alianza Latinoamericana de Derecho Ambiental y Territorios Indígenas (ALADTI), Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), Articulación de los Pueblos y Organizaciones Indígenas del Nordeste, Minas Gerais y Espírito Santo de Brasil (APOINME), Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), Cooperative for Assistance and Relief Everywhere (CARE), Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Instituto Internacional Arayara de Educación y Energía y otras organizaciones aliadas.
El evento, realizado en el Auditorio del Amazon Climate Hub, reunió a más de 200 asistentes, entre ellos negociadores, activistas y medios internacionales. Allí, el coordinador de cambio climático de COICA, Jamner Manihuari, recordó que los pueblos indígenas protegen más del 50% de los bosques intactos del planeta, pero reciben menos del 1% del financiamiento climático internacional.
La resiliencia no se decreta desde un escritorio, se construye en los territorios que aún resisten
El día cerró con el lanzamiento del informe “The Amazon Assessment Report 2025: Connectivity of the Amazon for a Living Planet”, elaborado por el Science Panel for the Amazon (SPA). En este espacio, la Coordinadora General de COICA, Fany Kuiru, y el Coordinador de Cambio Climático, José Gregorio Díaz Mirabal, presentaron la posición de COICA sobre la necesidad de unir la ciencia occidental con el conocimiento ancestral para garantizar la conectividad ecológica y cultural del bioma.
No hay conectividad sin territorios vivos, y no hay territorios vivos sin pueblos indígenas
La Amazonía no podrá conectarse con la vida del planeta si sus pueblos y sus derechos no son reconocidos como parte de la solución
Las intervenciones de COICA marcaron una agenda de incidencia que trascendió los pabellones de la COP. Su mensaje que la acción climática sólo será efectiva si reconoce la autonomía indígena y financia la conservación comunitaria se volvió punto de referencia en los debates de gobernanza y financiamiento climático.
Mientras los Estados discuten los mecanismos financieros, los pueblos amazónicos mostraron que ya existen modelos de gestión sostenible que combinan economía local, restauración y conocimiento ancestral. Desde Belém, COICA volvió a recordarle al mundo que la Amazonía Viva sostiene el equilibrio climático global.