Alerta Yanomami, el extractivismo mata.
Desde el 10 de mayo, el pueblo indígena Yanomami, enfrenta una escalada de violencia y terror pues ha sido víctima de intimidación y ataques armados por parte de mineros ilegales, en Roraima, comunidad Palimiu de la Amazonia brasileña. En rueda de prensa, los líderes del pueblo Yanomami se pronunciaron e informaron que, durante el tiroteo causado por los invasores, muchos niños corrieron a refugiarse en la selva y dos de ellos, de 1 y 5 años respectivamente, fueron encontrados muertos flotando en el río Uraricoera el día 12.
A pesar de las denuncias públicas, las agresiones que buscan tomar control del territorio y que amenazan la libre circulación, no han cesado. La Asociación Hutukara Yanomami denunció en la mañana del lunes 17 de mayo un nuevo ataque de buscadores contra la aldea de Palimiú, en tierra indígena Yanomami; según los informes, 15 lanchas dispararon contra la comunidad que ya había sido blanco de otro ataque el día 10.
La presencia de mineros ilegales en tierras Yanomami, desata conflictos inter territoriales en comunidades que han tomado arbitrariamente un punto estratégico en los ríos Uraricoera y Parima, cobrando peajes y dificultando el acceso y circulación de nuestros hermanos indígenas dentro de su propio territorio.
Durante la emergencia sanitaria por la pandemia COVID-19, la actividad extractivista no se ha detenido, agravando en su lugar, los impactos en el territorio, los mineros son portadores de la enfermedad y su presencia implica tensión, conflictos y daño psicológico en las comunidades.
La situación del pueblo Yanomami es un llamado a la solidaridad internacional pues además de la escalada de violencia, los brotes de malaria, la falta de atención médica y la inseguridad alimentaria que pesan sobre la vida de las comunidades, el Gobierno Federal finge que no pasa nada en estos territorios.
Ante esta grave situación, desde COICA expresamos nuestra solidaridad con los pueblos en resistencia y elevamos una alerta internacional ya que tememos por la pervivencia del pueblo Yanonami, pues sin una acción de protección efectiva seguirá siendo blanco de nuevos ataques, lo que ocasionaría el genocidio de un pueblo originario.
Frente a la inacción y desatención del gobierno brasileño, condenamos el silenciamiento mediático que pretende ocultar la verdadera causa de la escala de violencia: el extractivismo. Exigimos estrategias de abordaje efectivo de la crisis sanitaria protección y garantía de los derechos del pueblo Yanomami en el marco de los Tratados, Convenios y Pactos Internacionales de Pueblos Indígenas.
Finalmente hacemos un llamado a los Organismos Internacionales de Derechos Humanos a estar atentos y pronunciarse frente a la grave situación de vulneración de derechos ocurridos en territorio Yanomami.
Es urgente tomar acción para la protección de los derechos humanos, nuestras vidas y territorios están gravemente amenazados.
“Justicia y acción urgente para los pueblos indígenas”.