Comunicado

Llamado a la Paz y al Diálogo en Nueva Caledonia

Ante la reciente declaración del estado de emergencia en Nueva Caledonia y los graves disturbios que se han producido en oposición a la reforma electoral, es imperativo reafirmar nuestro compromiso con la salvaguarda de los derechos humanos y el establecimiento de un diálogo sistemático, constructivo y fraterno entre todas las partes involucradas.

Expresamos nuestra profunda preocupación por la violencia que ha resultado en la trágica pérdida de al menos siete vidas, cientos de heridos y más de doscientos detenidos. La vida y la dignidad de todas las personas deben ser respetadas y protegidas en todo momento. Hacemos un llamado urgente a las fuerzas de seguridad para que actúen con máxima moderación y respeto a los derechos humanos de los pueblos indígenas de Nueva Caledonia, durante este periodo de emergencia.

El proyecto de reforma electoral, ha generado legítimas preocupaciones entre los habitantes de Nueva Caledonia, especialmente los pueblos originarios canacos. Entendemos que esta reforma, que otorga el derecho a voto a los ciudadanos nacidos en la Francia continental y residentes en la isla por al menos diez años, ha suscitado temores sobre un posible desequilibrio en la representación y participación política del pueblo canacos.

Es crucial que el Gobierno francés y las autoridades locales escuchen atentamente las voces de todos los habitantes de Nueva Caledonia, especialmente las de los pueblos originarios, quienes han sido históricamente marginados. La inclusión de sus perspectivas es esencial para construir un futuro en el que todos los ciudadanos se sientan representados y respetados.

Exhortamos al Gobierno francés a que fomente un entorno de diálogo inclusivo, donde la voz del pueblo canaco sea escuchada y puedan expresar sus opiniones y trabajar juntos hacia soluciones justas y equitativas. Asimismo, hacemos un llamado a todos los líderes comunitarios a continuar promoviendo la calma y el entendimiento entre los manifestantes. La resolución pacífica del conflicto es fundamental para asegurar un futuro de estabilidad y prosperidad para Nueva Caledonia.

Reiteramos nuestra solidaridad con los pueblos originarios de Nueva Caledonia y nuestro compromiso con la paz, la justicia y la dignidad para todos los habitantes del archipiélago. Es a través del diálogo constructivo y fraterno que podremos avanzar hacia una solución que respete los derechos y aspiraciones de todos.

COICA ORG