Boletín 14 Liderazgo para la Defensa de la Amazonía
APROBACIÓN DEL ÓRGANO SUBSIDIARIO
La COP16 en Cali, Colombia, logró un avance histórico: la creación de un órgano subsidiario para implementar el Artículo 8J del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB). Este logro asegura la participación de pueblos indígenas y comunidades locales en la toma de decisiones sobre biodiversidad. Después de 26 años de esfuerzo, este órgano subsidiario marca un precedente en la historia de los acuerdos ambientales. Promueve la inclusión y reconocimiento de conocimientos tradicionales en la protección de la diversidad biológica global y garantiza una participación real y efectiva en los mecanismos de deciciones internacionales, permitiendo a los pueblos indígenas influir en las políticas y generar recomendaciones, proyectos y líneas de acción relacionadas con el artículo 8(j). Esto supone un cambio significativo respecto a espacios de participación pasiva, asegurando que las voces de las comunidades locales sean escuchadas y valoradas, la creación de este órgano no solo es un avance en el marco del CDB, sino que también establece un precedente valioso en otros acuerdos y convenciones ambientales. Refuerza el papel de los pueblos indígenas como guardianes esenciales de la biodiversidad mundial, invitando a otros acuerdos multilaterales a adoptar enfoques similares de inclusión y participación activa de las comunidades locales
Sin embargo, el camino hacia la justicia climática sigue plagado de obstáculos. La falta de consenso para establecer un fondo específico para la biodiversidad (fondo de Cali) — un recurso vital solicitado por países en desarrollo desde 1992— impidió el cierre de esta COP16, dejando en evidencia la resistencia de ciertos países desarrollados a comprometerse con una distribución equitativa de recursos . COICA denuncia esta incongruencia y reitera su llamado a la coherencia y a una política internacional justa y comprometida.
COICA en la COP16: Liderazgo para la Biodiversidad
En la COP16, la delegación de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) tuvo una presencia destacada en paneles y eventos de alto nivel, aportando la perspectiva de los pueblos indígenas en la agenda de biodiversidad. Con intervenciones en la Zona Verde y la Zona Azul, la delegación de COICA participó en side events y encuentros clave, compartiendo espacios con líderes como la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad.
Uno de los momentos más relevantes fue la discusión sobre la generación de un Mecanismo de financiación directa para los Pueblos Indígenas, en la que Fany Kuiru, Coordinadora General de COICA, expuso las capacidades de las organizaciones para la ejecución del mismo, así como los desafíos y oportunidades que resultaría un financiamiento directo para los pueblos indígenas en el nuevo Marco Global de Biodiversidad. Este evento subrayó la urgencia de una participación activa de los pueblos indígenas y el reconocimiento de sus derechos en la gobernanza ambiental.
Además, COICA asumió un rol protagónico en la sesión Amazonía a Contrarreloj, centrada en proteger el 80% de la Amazonía para 2025. En este espacio, líderes como Jamner Manihuari y Monika Yukuna presentaron un diagnóstico exhaustivo de la situación crítica en la Amazonía, llamando a la acción urgente para la conservación del bioma amazónico.
Otro espacio significativo fue el panel Semillas criollas y nativas para la vida y las culturas desde el Sur Global, donde COICA destacó su trabajo en la preservación de las semillas tradicionales y su papel esencial en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad cultural de las comunidades.
COICA también abordó la necesidad de financiamiento justo para la biodiversidad en América Latina, donde Fany Kuiru expuso las brechas y necesidades financieras en la región. Además, en la reunión Daughters for Earth, COICA apoyó la movilización de recursos para el liderazgo de mujeres indígenas en la protección de la naturaleza.
El lanzamiento de la red panamazónica de la que la ahora COICA hace parte y la asamblea por la no proliferación de combustibles fósiles, contribuyeron a extender las voces de los delegados de toda la cuenca amazónica y a formular planes en conjunto que permitan un trabajo mancomunado con actores, líderes indígenas de diferentes partes del mundo, organizaciones y activistas alineados a la conservación del territorio Amazónico.
Con estas acciones, la delegación de COICA en la COP16 subrayó la urgencia de integrar la visión y las soluciones de los pueblos indígenas en la agenda global de biodiversidad.
VOCES TERRITORIALES EN LA COP 16
COICA llevó voces directamente desde los territorios a los espacios de incidencia internacional, reafirmando su compromiso con la representación auténtica de los pueblos indígenas. Históricamente, los pueblos y comunidades amazónicas han sido representadas en estos foros por sus líderes, pero en esta ocasión, COICA optó por llevar a líderes territoriales, quienes viven y enfrentan a diario las adversidades en sus territorios. Estos líderes son los verdaderos guardianes del bosque tropical más grande del mundo, quienes han mantenido la selva intacta mediante prácticas de conservación y respeto ancestral.
Uno de los temas más dolorosos y urgentes abordados por la COICA ha sido el aumento de los asesinatos de defensores del territorio. Estos crímenes reflejan la profunda vulnerabilidad y los riesgos que enfrentan los indígenas en su lucha por la protección de sus territorios frente a amenazas como la minería ilegal, la deforestación y el narcotráfico. Cada pérdida es un golpe no solo para las comunidades indígenas, sino también para la humanidad, pues estos defensores arriesgan sus vidas para preservar el regulador climático más importante del planeta.
A su vez, los pueblos amazónicos se enfrentan a desafíos extremos derivados del cambio climático, como incendios forestales e inundaciones sin precedentes. Estos eventos afectan directamente la vida de las comunidades, poniendo en riesgo sus fuentes de alimento, agua y sus medios de vida. Sin embargo, los líderes territoriales, lejos de rendirse, están implementando soluciones desde sus sistemas de conocimientos ancestrales, basadas en la resiliencia y en prácticas sostenibles de manejo del territorio y un modelo de economía indígena que es comunitaria, en respeto de la vida y de la protección de la selva.
COICA ha llevado estas realidades a la COP16, subrayando que es vital que las voces territoriales sean escuchadas y consideradas en la creación de políticas y acciones globales. Seguimos firmes en nuestro llamado a la comunidad internacional: para proteger verdaderamente la Amazonía, es esencial actuar por la gente que vive en ella y la protege.
COICA exige una acción global concreta, que respete los derechos indígenas y garantice la seguridad de los defensores, fortaleciendo nuestra gobernanza territorial y el acceso a financiamiento adecuado y directo para los pueblos indígenas.
FONDO DE ECONOMÍA INDÍGENA: AMAZONÍA PARA LA VIDA
Durante un side event en la Zona Azul de la COP16, COICA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron los avances del fondo Amazonía para la Vida, un innovador mecanismo de financiamiento que responde al llamado urgente de los pueblos indígenas amazónicos para proteger sus territorios. Con una inversión inicial de 10 millones de dólares, este fondo apoya proyectos de conservación y desarrollo sostenible en la Amazonía, destacándose como el primero en su tipo diseñado para atender directamente las necesidades de los pueblos indígenas, con un enfoque en la autonomía y autogestión.
La relevancia de Amazonía para la Vida radica en su modelo de gobernanza participativa, desarrollado en conjunto entre el BID y COICA. A diferencia de los mecanismos de financiamiento convencionales, este fondo asegura que los recursos lleguen directamente a las comunidades indígenas, minimizando la intermediación y garantizando un mayor impacto en el territorio. Este enfoque marca un cambio significativo en cómo el financiamiento internacional aborda las necesidades de los pueblos indígenas, priorizando la eficiencia, la autonomía y el respeto a sus sistemas de gestión territorial.
En el marco de la COP16 en Cali, Colombia, se anunció que las primeras organizaciones en participar serán AIDESEP de Perú y ORPIA de Venezuela, quienes trabajarán directamente en colaboración con el BID para ejecutar proyectos de conservación en sus territorios. Amazonía para la Vida permite que los recursos se destinen a los proyectos que las comunidades consideran prioritarios, fortaleciendo su papel como guardianes de la biodiversidad amazónica y brindándoles una herramienta de gestión autónoma en medio de la crisis climática global.
A través de esta iniciativa, COICA y el BID ratifican su compromiso con el futuro de la Amazonía, trabajando por el fortalecimiento de los derechos y capacidades de sus pueblos para enfrentar los desafíos ambientales de manera autónoma y efectiva.