Un recorrido por la historia y el coraje indígena: La Marcha por la Tierra y la Vida
32 Años de Lucha Indígena en Ecuador
La Marcha por la Tierra y la Vida
En un hito histórico que marcó la lucha por los derechos de los pueblos indígenas en Ecuador, desde COICA recordamos los 32 años de la Marcha por la Tierra y la Vida. En 1992, más de 2000 personas de las nacionalidades Kichwa, Achuar y Shiwiar de Pastaza se unieron en una movilización sin precedentes para exigir la legalización de sus territorios y la protección de sus formas de vida ancestrales.
Durante más de 500 kilómetros, nuestros hermanos y hermanas recorrieron la Amazonía ecuatoriana con cantos y consignas, sumando alrededor de 8000 indígenas en el camino, hasta llegar a la capital del país, Quito, donde fueron recibidos por el presidente de entonces, Rodrigo Borja. Este encuentro histórico en el Palacio de Carondelet significó la primera vez que una delegación de pueblos indígenas lograba sentarse a dialogar con el gobierno.
Antonio Vargas, ex presidente de la entonces OPIP, expresó en ese momento que esta lucha representaba a todas las culturas, pueblos y nacionalidades del Ecuador, reclamando su derecho a una educación y salud propias.
Persistente Crisis de los Pueblos Indígenas en la Amazonía Ecuatoriana: Estragos de la Explotación Petrolera y Amenazas Continua
A pesar de los esfuerzos y la valentía demostrada en aquella ocasión, la situación de los pueblos indígenas en la Amazonía ecuatoriana sigue siendo crítica. La explotación petrolera y minera continúa causando estragos en sus vidas y territorios, enfrentando constantes amenazas de despojo e invasión por parte del Estado y empresas privadas. La falta de titulación y la carencia de infraestructura básica agravan aún más esta situación.
Allpamanta - Kawsaymanta - Jatarishun: Marcha indígena en Ecuador 1992
ESTADO RESPONSABLE
La inoperancia del Estado y la persistente explotación en la Amazonía ecuatoriana son una llamada de alerta que no puede ser ignorada. Es imperativo que se tomen medidas concretas para proteger y respetar los derechos de los pueblos y nacionalidades, garantizando la preservación de sus territorios ancestrales y su forma de vida. Si no se actúa de manera decisiva, estaremos condenando a los pueblos indígenas y a la Amazonía misma a un futuro incierto y devastador.