12 de octubre Día de la Resistencia Indígena
El 12 de octubre marca una fecha significativa en la historia de América. Durante siglos, este día fue conocido erróneamente como el Día de la Raza, una celebración que conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón al continente americano en 1492. Sin embargo, esta perspectiva es totalmente rechazada por los pueblos indígenas, quienes sostenemos que: lo que ocurrió aquel 12 de octubre fue una invasión, un saqueo, una colonización forzada y un genocidio por parte de la corona española. Este acto fue el inicio de una era de opresión y despojo contra nuestros pueblos originarios.
Frente a esta realidad, el 12 de octubre se ha resignificado como el Día de la Resistencia Indígena, un reconocimiento a la incansable resistencia de los pueblos indígenas por defender sus territorios, culturas, lenguas y formas de vida. No hay nada que celebrar en la colonización, pero sí en la resistencia que durante más de 500 años ha sido el pilar de la existencia indígena en el continente.
¿Día de la Raza o Día de la Resistencia?
El 12 de octubre invita a una reflexión profunda: ¿qué significó realmente el «Encuentro de Dos Mundos»? Lo que muchas veces se ha presentado como un mestizaje enriquecedor, esconde una historia de violencia y saqueo que no puede ser ignorada. A través de la imposición del sistema colonial, miles de indígenas fueron asesinados, esclavizados y despojados de sus tierras, y con ellos, gran parte de su identidad y cosmovisión.
Hoy, más de cinco siglos después, la resistencia indígena no es solo un recuerdo del pasado. Sigue siendo una realidad viva en las comunidades que día a día luchan por defender sus territorios frente a las amenazas de la minería, la tala ilegal, el agronegocio y los megaproyectos que intentan devastar la Amazonía y otros territorios indígenas. Este 2024, la Amazonía hogar de más de 500 nacionalidades, ha sido devorada por las llamas, muchas de ellas iniciadas para enriquecerse a costa de la vida y la naturaleza, el río amazonas ha experimentado una de las mayores sequías en siglos. Este 12 de octubre, entonces, no solo es un día para recordar la resistencia histórica, sino para reafirmar el compromiso actual con la defensa de los derechos indígenas, su autodeterminación y su soberanía territorial y para exigir reparación, justicia y acciones concretas que resignifiquen la valía de las comunidades y su contribución al cuidado del planeta.
Un llamado a la justicia histórica
El Día de la Resistencia Indígena es también una oportunidad para exigir una justicia histórica integral. El reconocimiento de los crímenes cometidos durante la colonización no solo es un acto de memoria, sino un primer paso necesario hacia la reparación de los pueblos que aún hoy sufren las consecuencias de ese proceso violento. Los Estados latinoamericanos, muchos de los cuales se fundaron sobre tierras despojadas a los pueblos indígenas, tienen la obligación histórica y moral de comprometerse a garantizar plenamente los derechos territoriales, culturales y políticos de estos pueblos. Esta reparación debe ir más allá de la devolución de tierras o el reconocimiento simbólico; debe incluir una integración significativa de las voces indígenas en la creación de políticas públicas y en las decisiones que afectan directamente los territorios, la cultura y el modo de vida desde la cosmovisión indígena.
Además, los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, especialmente en lo que respecta a la gestión sostenible de los recursos naturales, tienen un valor incalculable en el contexto actual de crisis climática. Los sistemas de conocimiento como los alimenticios, basados en la armonía con la naturaleza y el respeto por los ciclos de la Tierra, ofrecen alternativas viables y sostenibles frente a los modelos de producción destructivos que han contribuido a la degradación ambiental. Incorporar estos saberes tradicionales en las políticas nacionales e internacionales no solo es una cuestión de justicia, sino una estrategia importante para la supervivencia de la humanidad ante los desafíos ambientales.
Es esencial que los Estados no solo reconozcan, sino que valoren y promuevan activamente la participación de los pueblos indígenas en la elaboración de políticas de conservación, seguridad alimentaria, gestión del agua y protección de los ecosistemas. Sin su participación directa y su liderazgo en estos temas, cualquier esfuerzo por mitigar el cambio climático y proteger la biodiversidad estará incompleto. Solo cuando las voces indígenas sean escuchadas y respetadas como guardianas de la Tierra, podremos hablar de una verdadera inclusión.
Desde COICA, estamos comprometidos con la defensa y promoción de los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica. Luchamos por la autodeterminación de nuestras comunidades, la protección de nuestros territorios y la preservación de nuestra cultura. Creemos firmemente que nuestros conocimientos y nuestra relación armónica con la naturaleza son esenciales para enfrentar los desafíos globales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Seguiremos alzando nuestras voces y exigiendo justicia y respeto por nuestros pueblos y nuestras tierras.